Nacida en Madrid en 1960, el amor por el diseño despertó en Agatha Ruiz de la Prada siendo muy jovencita y pronto destacaría por su estilo colorido, alegre y excéntrico.
A los 20 años empezó en el estudio del modisto Pepe Rubio, y rápidamente, un año después, realizó su primer desfile en un centro de diseño madrileño. Y un año después de ese desfile, abrió su primera tienda.
Su diseño es conceptual. Según la propia diseñadora reconocía: "la ropa te puede hacer feliz o desgraciado". Para ella, la moda ha de ser ante todo cómoda, tanto de llevar como de fabricar.
En los años 80, durante la "Movida Madrileña" Agatha Ruiz de la Prada se convirtió en una de las caras más importantes del movimiento y a día de hoy, sigue muy activa en la escena cultural y artística del país.
Agatha Ruiz de la Prada se ha ganado el reconocimiento del sector de la moda por su enfoque innovador y rompedor, ya que sus diseños se caracterizan por el uso audaz de colores vivos, formas geométricas y estampados llamativos, creando piezas únicas y divertidas.
A lo largo de su larga carrera, Ágatha Ruiz de la Prada ha volcado su pasión por los diseños de colores atrevidos y divertidos en múltiples sectores más allá de la moda, incluyendo áreas como papelería, decoración del hogar, perfumes, relojes y un largo etcétera.
Sus diseños se han exhibido en importantes pasarelas internacionales y museos, y ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su contribución a la industria de la moda.
Ágatha Ruiz de la Prada es conocida por su compromiso con la sostenibilidad y la producción ética, y su marca sigue siendo, a día de hoy, un referente de creatividad y originalidad en el mundo de la moda.
Sus complementos y accesorios de moda como: bolsos, monederos o paraguas son un auténtico toque mágico que alegran cualquier vestimenta.